El artista se siente a gusto en cualquier lugar de Italia. «Soy hijo de friulanos, por eso estoy en casa cuando visito Milán, Roma, Venecia, La Toscana o Sicilia».«De venecia me gusta todo, pero la prefiero en invierno por la niebla que invade la ciudad que hace más intenso el silencio y sólo deja oír el ruido de los pasos.»«Cuando cruzo a la isla de Murano, visito las fábricas de cristales y recuerdo mi infancia. Yo nací con un pincel en la mano y un prisma que acercaba a mis ojos para ver el alrededor alargado, aplastado, deformado, aumentado, cambiando de colores. Creo que allí empezaron mis viajes, mirando la vida desde esos vidrios que después inspiraron mis esculturas de acrílico.»En Polesello se mezclan el viajero y el artista. El viajero recorre ciudades y el artista navega en el tiempo. «En mi obra convive el pasado con el futuro, todo se enreda en mi creación.»El blanco y negro de algunas pinturas es el pasado y las caprichosas líneas que traza son el futuro. El acrílico de sus esculturas es futuro y los ojos convexos que las forman son aquel pasado de prismas.Esta mezcla de los tiempos apareció en la niñez, cuando creó una historieta donde él era el héroe que enfrentaba a indios mohicanos en una ciudad moderna.Cuando no dibujaba, miraba cómo su madre, Ana María Felicitas Cugnonen, pintaba con acuarelas. Le gustaron las imágenes delicadas que trazaba y lo sedujo el olor de las pinturas, en especial cuando Ana María se aventuraba con los óleos.
Entrevista a Rogelio Polesello
El artista se siente a gusto en cualquier lugar de Italia. «Soy hijo de friulanos, por eso estoy en casa cuando visito Milán, Roma, Venecia, La Toscana o Sicilia».«De venecia me gusta todo, pero la prefiero en invierno por la niebla que invade la ciudad que hace más intenso el silencio y sólo deja oír el ruido de los pasos.»«Cuando cruzo a la isla de Murano, visito las fábricas de cristales y recuerdo mi infancia. Yo nací con un pincel en la mano y un prisma que acercaba a mis ojos para ver el alrededor alargado, aplastado, deformado, aumentado, cambiando de colores. Creo que allí empezaron mis viajes, mirando la vida desde esos vidrios que después inspiraron mis esculturas de acrílico.»En Polesello se mezclan el viajero y el artista. El viajero recorre ciudades y el artista navega en el tiempo. «En mi obra convive el pasado con el futuro, todo se enreda en mi creación.»El blanco y negro de algunas pinturas es el pasado y las caprichosas líneas que traza son el futuro. El acrílico de sus esculturas es futuro y los ojos convexos que las forman son aquel pasado de prismas.Esta mezcla de los tiempos apareció en la niñez, cuando creó una historieta donde él era el héroe que enfrentaba a indios mohicanos en una ciudad moderna.Cuando no dibujaba, miraba cómo su madre, Ana María Felicitas Cugnonen, pintaba con acuarelas. Le gustaron las imágenes delicadas que trazaba y lo sedujo el olor de las pinturas, en especial cuando Ana María se aventuraba con los óleos.
Palabras de Pettoruri acerca de sí mismo o de su obra.
20 de agosto de 2007 14:23
"AQUI NADIE FRENE LA CONTAMINACION". Entrevista de Carlos Barduy a García Uriburu
Hijo mayor de una familia de nueve hermanos, porteño, divorciado y padre de una hija de 32 años, de chico Nicolás García Uriburu no tenía vocación de artista sino de arquitecto. Pero hubo un tío “que educó a mis padres y a mí, llevándonos a ver exposiciones de Braque y Picasso, cuando yo tenía 12 años, en 1950, y ahí empezó todo”, dice.En estos días, una muestra retrospectiva suya se puede admirar en el segundo piso del Emporio Armani porteño.
–¿Cómo fue que “empezó todo”?
–Bueno, de hecho yo dibujaba desde antes. Todos los chicos son buenos dibujantes, porque son libres, por eso pintan maravillas. Luego la “civilización”, así, entre comillas, los arruina, pone freno a su imaginación y a su creatividad. Es un poco aquello de... ¿Era Bernard Shaw quien lo dijo? :“De chico aprendí muchísimas cosas, hasta que mis padres decidieron interrumpir mi educación para mandarme a la escuela”, ¿no?
–¿Realmente cree que la educación tradicional arruina la creatividad?
–Claro que sí. Tal vez me salvé porque soy autodidacta, nunca fui a una escuela de arte. Dicho sea de paso, en la Argentina sufrimos una falta de educación tremenda, nos estamos pareciendo cada día más a la Latinoamérica analfabeta, que convive con otra más o menos educada. Es preocupante, muy preocupante. Es como si a los Estados no les interesara la cultura.
–¿Conserva sus dibujos infantiles? ¿Cómo era vivir con ocho hermanos?
–Era muy divertido. En la primaria dibujaba el Cabildo o la Casa de Tucumán, a pedido de la maestra. Pero mis primeros dibujos los tiré, prudentemente. Incluso los primeros cinco que expuse en una galería. Los tiré porque eran espantosos y porque Rafael Squirru me dijo que yo no tenía una línea, un argumento a desarrollar, y que no expusiera hasta que no encontrara mi propio tema.
–¿Es dificil convivir con los artistas?
–Ocurre que se trabaja de noche, o a la madrugada, y que viajás para exponer tu obra a otros países, y cuando se aproxima una exposición siempre tenés cosas que corregir y trabajás día y noche, sin dormir. No es que el arte y la vida familiar sean contrapuestos, convivir es difícil para todos, hagan lo que hagan. Pero sí es cierto que quienes trabajan en disciplinas artísticas, son parejas o padres, a veces insoportables. Un creador vive un tiempo diferente, a una velocidad diferente, y eso, a veces, dificulta sus relaciones, ¿no?
Verde viento, verdes ramas
–Su convicción de artista ecológico –y su creatividad, por supuesto– le dieron fama ¿Cree que sirve de algo teñir de verde ríos o fuentes?
–Por supuesto. Los ríos de Europa –sobre todo el Rin– eran cloacas. Hoy se puede pescar en ellos. No digo que sea mérito mío sino de todos quienes protestamos por esa contaminación ambiental. Entonces, después de que teñí el Gran Canal de Venecia, aparecieron los Partidos Verdes europeos, y Greenpeace, y se sancionaron leyes y ahora los ríos están limpios y se preservan los bosques. En Europa hay leyes contra la contaminación. Entre nosotros, mirá el Riachuelo. Aquí nadie frena la contaminación. Los que polucionan siempre encuentran una brecha para no pagar multas y seguir contaminando. Es nuestra famosa “viveza criolla”, que termina por perjudicarnos a nosotros mismos.A mis exposiciones vienen muchos chicos de las escuelas. Hay que concientizarlos. Sé que luego esos chicos, que son naturalmente amantes de la naturaleza no contaminada, educan a sus padres. Pero no sé qué pasará con ellos cuando crezcan y sean dueños de una empresa. No sé si, cuando ello ocurra, el dios dinero empezará a tallar y... Bueno...El líquido que García Uriburu utiliza para teñir de verde mares, ríos, fuentes (en 1983, cuando retornó la democracia a la Argentina, Nicolás lo celebró tiñendo de “verde Uriburu” la fuente de la Plaza de los Dos Congresos y la fuente del Monumento a los Españoles, en el cruce de Libertador y Sarmiento), el líquido, decíamos, se llama fluoresceína, fue desarrollado por la NASA y es un sodio fluorescente absolutamente inocuo, que no daña lo que toca. Lo arrojó por primera vez en 1968 en Venecia, durante la pleamar, y venecianos y turistas vieron durante doce horas, hasta que llegó la bajamar, cómo el Gran Canal, una vía navegable de aguas pestilentes y contaminadas, de colores indefinidos, se teñía de un verde brillante y alegre. En 1970 decidió ampliar esa protesta contra “el peor de los predadores y de los contaminadores, el ser humano”, y con el mismo verde fluorescente, tiñó un cuadrilátero que incluía nuevamente al Gran Canal, pero al cual se sumaban el Río de la Plata, el East River de Nueva York, y el Sena que atraviesa París, y que en esos días no estaba limpio y verdoso como ahora sino que era marrón estiércol.
–¿Y nunca se encontró con alguien que le impidiera esa forma de protesta?
–Mirá, he vivido en París durante quince años. Vi el Mayo de 1968, cuando los estudiantes ganaron las calles con el lema de “Prohibido prohibir”. En Europa se respetan las protestas. No, nunca tuve problemas con las autoridades. Por lo demás, muchos artistas participan en las protestas y se manifiestan a favor de la Naturaleza. Artistas y personalidades famosas.
–La idea general, Nicolás, es que la gente de Greenpeace son cuatro loquitos que andan por el mundo proclamando utopías. La idea general es que el progreso no se detiene ni se detendrá.
–Esa no es una idea general sino una idea muy tonta, y digo tonta para no utilizar una palabra más fuerte. Hay miles, hay millones de personas que entienden que salvamos al mundo o las nuevas generaciones vivirán muy mal. Hay millones de personas que entienden que talar bosques y ensuciar mares o montañas no es progreso sino una verdadera inconsciencia. Restany habló de mi obra como “higiene moral”. Entender al progreso como “hago lo que quiero, total el mar es grande, y hay muchos árboles” es “mugre moral”. Cada año, en el Amazonas, talan una superficie comparable a la extensión total de Suiza. Quedan, no sé, diez o quince Suizas, por ahora. En nuestro país –olvidate del Riachuelo, que es espantoso, pero hay cosas peores– para plantar soja talan los pocos bosques que nos quedan en pie. Todo porque, ya te lo dije, el dios dinero entra a tallar.
–¿Nunca utilizó el “verde Uriburu” no en la nauraleza ni en obras no monumentales, en obras... obras chicas?
–Sí. En 1972, cuando nació mi hija y comenzó a crecer, pinté una representación de su cara y sus cabellos, sus zapatitos y sus pañales.
–¿De qué color?
–La pregunta es una broma, ¿no? De verde, por supuesto. De verde.
Entrevista a Pérez Celis
Delia Cugat
José Malanca
Pérez Celis
Pérez Celis - 1939
Nicolás García Uriburu
Nació en Argentina, en 1937. Es arquitecto y pintor.
Ha realizado 33 exposiciones individuales, desde 1954; Intervenciones en la naturaleza, desde 1968; y Plantaciones de árboles, desde 1970.
Exposiciones individuales: 1962, Galería Antonio Souza, México. 1967-68, Galería Iris Clert, París. 1973, ARC 2, Museo de Arte Moderno, París. 1974, Leo Castelli Gráficos, Nueva York; Museo Galliera, París. 1981, Galería Holtman, Colonia, Alemania. 1982, Museo Hara, Tokio, Japón. 1988, Retrospectiva Palais de Glace, Buenos Aires. 1989, JGM Galerie, París; ARCO89, Galería Julia Lublin, Madrid. 1992, S.O.S. Brasil, Museo de Arte de San Pablo, Brasil. 1993, Utopía del Sur, Galería Ruth Benzacar, Buenos Aires.
Premios: 1985, Premio Braque, Buenos Aires. 1968, Premio Le Franc, París; Gran Premio Nacional, Buenos Aires. 1975, Primer Premio Bienal de Tokio, Tokio. 1993, Primer Premio Otium Ecología, Buenos Aires.
Intervenciones en la naturaleza: 1968, Coloración del Gran Canal de Venecia (3 km. de verde), Bienal de Venecia. 1970, Coloración Internacional: East River, Nueva York; el Sena, París; Gran Canal, Venecia (segunda vez); Río de la Plata, Buenos Aires. 1971, Coloración del Sexo, Cara y Pelo, Nueva York, París, Buenos Aires. 1981, Coloración Fuente de la Pirámide del Louvre (contra las armas químicas), París. 1992, Coloración del Puerto Madero, Dock 3, Bs. As., Argentina.
Plantaciones de árboles: Colabora con Joseph Beuys en Documenta 7, plantando 7.000 robles, Kassel, Alemania. En 1982, plantaciones de 50.000 árboles en veredas de Buenos Aires. Presidente honorario del Grupo Bosque del Uruguay; planta 500.000 pinos desde 1987. Desde 1986, todos los 9 de julio, planta en la Avenida 9 de julio.
Emilio Pettoruti
En La Plata, su ciudad nata,l estudió en la Academia de Bellas Artes. Inició su carrera como caricaturista. Luego de su primera exposición, fue becado por el gobierno de su provincia para estudiar en Italia. En 1917 se instala en Roma, de esa época son sus obras Mujer en el café (1917) y El filósofo (1918).
En 1923 el comerciante de arte más importante de la época, Herwarth Walden lo invitó a exponer en su galería de Berlín, Der Surm. En París conoció a Picasso y Juan Gris, de quien recibió una importante influencia. Después de seis meses de permanencia en la capital fancesa, regresó en 1924 a Buenos Aires, ya como cubista comprometido. Realizó una pequeña exposición con trece cuadros que provocó un escándalo de proporciones en el mundo artístico bonaerense, que le acusó de querer destruir el arte nacional. De esta época son El Guitarrista, El Flautista ciego y La Institutriz.
Elementos cubistas y futuristas se combinaban con un color en el que estaban presentes los maestros italianos del renacimiento. Con esta exposición se producen las primeras aproximaciones a la abstracción y a la no figuración en Argentina con obras como Vino rojo de Capri (1936) y Vaso lleno (1939). En 1941 fijó su residencia en París, donde moriría treinta años más tarde.
De esos años son Äpfel (1941), Invierno en París (1955), Verwundeter Vogel (1960). Algunos contemporáneos calificaban su obra como la de un innovador abstracto que pintaba como un clásico. Para Pettoruti la pintura era principalmente luz y color. Junto a Joaquín Torres García y Pedro Figari forma la trilogía rioplatense con presencia permanente en los grandes catálogos del mundo. Su obra evidencia una personalidad tempranamente estructurada y en ella somete los temas más usuales (paisaje, retrato, naturaleza muerta) a la nueva óptica del cubismo. Juega con la perspectiva, concilia el espacio interior con el exterior, conjuga luces y sombras y ordena plásticamente los estímulos dispersos en la realidad visual.
Antonio Berni
Raúl Soldi
Pintor argentino, representante destacado de la corriente expresionista en su país. Inició sus estudios en la Academia Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires, y prosiguió en la Real Academia de Berra (Italia). Obtuvo, entre otros galardones, el primer premio en el Salón Nacional (1947) y el premio Palanza por la Academia Nacional de Bellas Artes. Está representado en los principales museos del mundo, como el Museo de Artes Moderno de Nueva York (MOMA), Florencia y Milán. Amante del teatro y sus luces escénicas, creó la llamada galería de figuras Soldinas, caracterizadas por su fisonomía melancólica. Entre sus obras se destacan Los frescos de la cúpula del Teatro Colón (Buenos Aires), La Vírgen y el niño (Museo del Vaticano), el biombo Los músicos (1956), el retablo de la Catedral Santa Florentina de Campana, etc.
Rogelio Polesello
Ezequiel Linares
Luego de terminados sus estudios secundarios; inicia en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova, bajo la dirección del maestro Adolfo De Ferrari.
En 19S0 el artista comienza a desarrollar series con temáticas bien precisas, surgen series como “El Sol”, “La bailarina inspirada” inspiradas en su infancia y en el mundo poético que le legara su padre.
Pasada la formación escolástica, Linares se sumerge en los complejos diálogos formales, le atraen la abstracción, los mundos mágicos de los sugerido, del tiempo y del espacio inacabables.
Realiza su primera muestra en el año 1956. En 1959, funda e integra el Grupo del Sur, junto a artistas como Aníbal Carreño, Leo Vinci, Carlos Cañás, Mario Loza y René Morón.
Su labor comienza a ser reconocida, a los pocos años obtiene una beca, viaja a Europa donde adquiere y desarrolla una conciencia de la misión social de su trabajo. A su regreso, obtiene numerosos premios en Rio de Janeiro, San Pablo. En 1962 se radica en la provincia de Tucumán, incorporándose al plantel de la Universidad Nacional de Tucumán como responsable de la sección pintura de su departamento de artes “...En Tucumán, hace ya mas de veinte años, tuve por cierto mi destino de artista latinoamericano...”
En el año 1967 realizó su primera retrospectiva en el Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro. Entre 1980 y 1984 vivió en Europa “...Yo vivo a Europa como un período de espera, como una necesaria toma de distancia, para objetivar mejor lo que nos distingue, lo que nos caracteriza”.
La Bienal de Venecia de 1982 lo ubica en un sitio jerárquico, dentro del selecto panorama de artistas americanos.
Artista de trascendencia internacional, además de exponer en Tucumán, Salta y Santa Fe, expuso numerosas veces en salas de Brasil, Estados Unidos y Europa, y sus obras se encuentran en museos de diversos países. Fue miembro de la Fundación Miguel Lillo, y en 1992 recibió el Premio Konex a las Artes Visuales, en la disciplina Dibujo.
Delia Cugat - Obras
“Las moradas” (serie) (1973)
Serigrafía a doce colores, 0,47 x 0,32 mts
La Pareja (1971)
Tecn. Mixta 0,50 x 0,36 mts
La levitación (1973)
Aguafuerte y aguatinta, 0,69 x 0,53 mts
El vuelo (1975)
Aguafuerte y aguatinta, 0,60 x 0,38 mts
El reposo (1974 )
Aguafuerte y aguatinta, 0,49 x 0,34 mts.
Serigrafía a nueve colores, 0,47 x 0,32 mts
Ezequiel Linares - Obras
Técnica Mixta
El pintor en Madrid (1982)
Técnica Mixta,
Técnica Mixta .
Celis - Obras
Astro danza (1999)
Técnica mixta sobre tela, 2,03 m x 1,73 m
Siglo XI Feudalismo (1999)
Óleo sobre tela, 1,98 m x 1,73 m
Malanca - Obras
Cerro López, Bariloche (1949)
Usseglio, Italia (1925)
Óleo sobre lienzo, 1 m x 1,20 m
Colección Zurbarán
García Uriburu - Obras
Ombú y Pampa (1979)
Oleo 1,16 m x 0,89 m
Coloración del Gran Canal de Venecia (1968)